Los miomas o leiomiomas uterinos son tumores benignos formados por masas de tejido muscular.
Son bastante frecuentes, ya que afectan entre dos y cuatro de cada diez mujeres. Dependiendo del tipo de mioma la afectación en la fertilidad será una u otra, ya que existen tres tipos:
- Subserosos (situados fuera del útero)
- Intramurales (dentro de la pared del útero)
- Submucosos (en la cavidad del útero).
Es de interés señalar que de los tres tipos los miomas submucosos son los menos frecuentes, y en su mayoría los miomas que aparecen son subserosos o intramurales. Alrededor de un 55 % de los miomas son subserosos y alrededor de un 45% intramurales. Por lo que como hemos comentado el porcentaje de miomas submucusos es muy pequeño.
Son los miomas submucosos los que al encontrarse en la cavidad del útero pueden afectar más a la gestación, ya que se encuentran en contacto con el endometrio y provocan irregularidades menstruales. Además dependiendo de su tamaño pueden afectar a la implantación del embrión dificultándola.
El diagnostico y la clasificación de los miomas se realizara mediante ecografía vaginal y abdominal, valorando el tamaño, la localizacion del mioma, la distancia entre el mioma y la cavidad uterina y la vascularización doppler del mismo
Síntomas y tratamiento de los miomas uterinos
La mayoría de los miomas no producen síntomas, aunque esto depende principalmente de su tamaño y su localización.
Los miomas subserosos, al encontrarse alejados de la cavidad uterina suelen ser asintomáticos. Solo se recomienda su extracción en el caso de crecimiento rápido o de compresión de otras estructuras pélvicas.
En el caso de los miomas intramurales la indicación de su extracción es controvertida, ya que depende del tamaño de los mismos y de si llegan a alcanzar la cavidad uterina. Habitualmente los miomas intramurales mayores de 4 cm que contactan con la cavidad uterina suelen dar lugar a sangrados abundantes y están relacionados con peores resultados reproductivos. En este tipo de miomas la técnica para su reducción en caso de deseo gestacional es la ablación con laser, ya que consigue reducir mas del 50% del tamaño del mioma, evitando una cirugía con entrada a la cavidad uterina con posibles efectos sobre la implantación embrionaria.
El tratamiento de elección de los miomas submucosos es su resección mediante histeroscopia quirúrgica. Se trata de una cirugía poco invasiva, que no requiere ingreso alguno ya que se realiza vía vaginal. En algunos casos también, si se tratan de miomas de un tamaño muy reducido y que no causa ninguna alteración, quizá no sea necesaria su extracción.
Sin embargo como en cualquier intervención dependerá del tamaño y localización de los miomas, y de las posibles consecuencias que tenga la técnica a nivel reproductivo utilizar una forma u otra de cirugía.