Hola a todos,en primer lugar deciros que soy receptora de óvulos y me gustaría contaros nuestra experiencia por si a alguien puede servirle de apoyo.
En nuestro caso, postpusimos la paternidad primero por inestabilidad y luego por obligación (diversos avatares de la vida).
He de decir que yo casi siempre hice mis revisiones ginecológicas (importantísimo siempre) y aprovechando que habian surgido unos desarreglos en mis ciclos decidí acudir a mi revisión, el resultado me cayó como un jarro de agua fría,indicios de menopausia precoz………..no no puede ser, se equivocan, soy joven intentaré quedarme embaraza, me costará más pero lo conseguiré. Y así con ese pensamiento nos pusimos en ello, un mes tras otro y así muchos meses (gravísimo error,una perdida de tiempo). Y de repente estábamos en la cuarentena y sin haber conseguido ser padres, ahí fue cuando se nos cayó la venda y decidimos que tendríamos que buscar ayuda.
En nuestro caso decidimos contar con la Dra. Marta Sánchez-Dehesa y su equipo; le expusimos nuestro problemas y tras unas sencillas pruebas ahí estaba el resultado, la crónica de una muerte anunciada; si queriamos ser padres deberíamos recurrir a ovodonación.
Y te vas a casa y maduras la idea,no vamos a tener un hijo que no es mío, que no va a tener mis ojos,que no se va a parecer a mi, y lloras de rabia y de impotencia, y en realidad da igual el por qué, el problemas es el que es………pero tiene solución, no, no es lo que yo había imaginado a la hora de ser madre pero……. acaso alguna vez habias pensado que podrías tener ese problema?
En una de mis noches de insomnio y dándole vueltas al tema, me hice esta reflexión, si por desgracia estuviera enferma del corazón o del riñon y necesitase un transplante, si alguien lo donase, ¿diría que no? sólo porque no iba a ser igual que el resto de mis órganos, sólo porque en un principio no era mío o diría que sí y decidiría seguir viviendo. Sin duda diría que sí. ¿Por qué decir que no a aceptar una pequeña célula que puede ser un todo para mí?.
Y así comenzamos el tratamiento, y no es fácil, empiezas con las hormonas, que te ponen el cuerpo del revés (aunque en mi caso lo esperaba peor) y no siempre funciona a la primera,y sufres y lloras y te decepcionas pero decides seguir adelante en tu camino,que es un poco más tortuoso que otros, pero es el que tienes que seguir y al final un día llega el +.
Y sigues con miedo, pero ya no a que no se parezca a ti, sino como cualquier embarazada a que todo se desarrolle bien y crezca en tu vientre sano y fuerte.
Y ahí estamos esperando que llegue el día y que la matrona nos presente a nuestro hijo y empezar a conocernos, porque por muy hijo tuyo biológico que sea, el primer día una madre y un hijo son dos desconocidos y se tienen que conocer y empezar una nueva vida.