Con motivo del Mes de la Fertilidad, HM Fertility Center Toledo alerta sobre el impacto creciente de la edad en la capacidad reproductiva, tanto en mujeres como en hombres. En una sociedad en la que la maternidad se retrasa cada vez más, los expertos subrayan la importancia de informar y concienciar a la población sobre cómo influye el paso del tiempo en la fertilidad natural.
En este sentido, la Dra. Sánchez-Dehesa, directora médica de HM Fertility Center Toledo afirma que “el reloj biológico no se ha adaptado al estilo de vida moderno. Muchas mujeres desean ser madres después de los 35 o incluso los 40, sin ser plenamente conscientes de que la fertilidad femenina comienza a descender de forma significativa a partir de los 35 años”.
A medida que avanza la edad, la fertilidad femenina disminuye de forma progresiva. “A los 30 años, una mujer sana tiene entre un 20% y un 25% de probabilidad de quedar embarazada por cada ciclo menstrual. Esta tasa cae al 15% alrededor de los 35 años y puede situarse por debajo del 5% a los 40. Además de la reducción en la capacidad reproductiva, también aumentan significativamente los riesgos de aborto espontáneo y de alteraciones cromosómicas en los embriones, lo que complica aún más la posibilidad de lograr un embarazo saludable” explica la Dra. Sánchez-Dehesa.
Aunque la fertilidad masculina suele mantenerse más estable con los años, también se ve afectada por la edad, el estrés, el estilo de vida y factores ambientales. Estudios recientes apuntan a una disminución de la calidad seminal a partir de los 40 años, así como mayor riesgo de alteraciones genéticas en el esperma. “La fertilidad es cosa de dos, por eso recomendamos estudios de fertilidad tanto a mujeres como a hombres, incluso aunque no haya planes de tener hijos en el corto plazo”, apunta la Dra. Sánchez-Dehesa
Desde el punto de vista de los embriólogos, Beatriz Rojas, jefa del laboratorio de HM Fertility Center Toledo, subraya que “la edad no solo afecta la cantidad de óvulos y espermatozoides, sino también su calidad. Por eso, a medida que aumenta la edad, es más común que el embrión no se implante bien, que haya problemas genéticos y que sea más difícil lograr un embarazo”.
La vitrificación de óvulos se consolida como una de las herramientas más eficaces para preservar la fertilidad en mujeres jóvenes que desean postergar la maternidad. “Es importante entender que no se trata de una garantía de embarazo futuro, pero sí de una oportunidad real . La edad óptima para vitrificar está entre los 25 y los 35 años, cuando la reserva ovárica y la calidad de los óvulos son óptimas”, aclara la directora de HM Fertility Center Toledo.