Cuando una pareja ha tenido un hijo previamente, no se plantea un problema de infertilidad.
En muchas ocasiones, los pacientes se muestran sorprendidos cuando les decimos que se encuentran ante un caso de infertilidad secundaria. Una de cada cuatro parejas presenta este tipo de esterilidad.
La infertilidad secundaria se define como la incapacidad para quedarse embarazada tras un año de relaciones sexuales sin uso de métodos anticonceptivos, o llevar el embarazo a término después de un embarazo anterior.
Motivos y causas de la infertilidad secundaria
En lo que se refiere a las causas puede tener las mismas que una esterilidad primaria. Pueden ser de origen masculino, femenino o mixto (cuando ambas partes de la pareja presentan algún problema).
Los motivos que podemos encontrar son los siguientes:
Causas de la infertilidad femenina:
- Endometriosis
- Baja Reserva Ovárica
- Desajustes hormonales
- Problemas uterinos: MIOMAS, ADENOMIOSIS, ENDOMETRITIS…
- Enfermedades genéticas
- Otros problemas de salud que afectan a la fertilidad, como sobrepeso o bajo peso
- Hábitos nocivos que afectan a la salud y la fertilidad, como el consumo de alcohol o tabaco
Causas de la infertilidad masculina:
- Descenso en la calidad o cantidad del semen
- Aparición de patologías de afectan al aparato reproductor masculino
- Alteraciones del tracto genital
- Sobrepeso
- Hábitos nocivos que afectan a la salud y la fertilidad, como el consumo de alcohol o tabaco
Además, se ha comprobado que hábitos de vida no saludables o el paso del tiempo, pueden influir en este tipo de problemas.
Cómo afrontar la esterilidad secundaria
Es importante también tomar en cuenta la edad. Por ejemplo, si son mayores de 35 años y su estilo de vida no ha cambiado, es recomendable hacer una visita al ginecólogo cuando no han podido concebir después de seis meses.
Cuando el segundo hijo tarda en llegar la pareja puede sufrir consecuencias emocionales. Puede ser tan frustrante o más que si fuera el primer embarazo pues ya se tiene la expectativa previa de que será más o menos pronto si es que el primero lo ha sido.
Es importante primero intentar reconocer posibles señales de que algo no va bien, sobrellevar juntos la ansiedad de la espera y por supuesto acudir al médico si ha pasado demasiado tiempo y el embarazo no se produce.
En estos casos realizamos una entrevista personalizada donde preguntaremos enfermedades, intervenciones, hábitos tóxicos, enfermedades Ginecológicas, peso, talla y antecedentes familiares de ambos miembros de la pareja para valorar las posibles causas del problema. Buscamos con exactitud las complicaciones mediante un estudio con análisis, ecografías, estudios de semen del varón y estudios de semen del varón y estudio de las trompas si fuese preciso para intentar resolver de forma eficaz y en el menor número de tratamientos para conseguir un segundo embarazo.
El enfoque del tratamiento va a depender de la edad de la mujer. Por encima de los 35 años, y especialmente después de los 40, las dificultades para conseguir un embarazo aumentan. También va a depender de otras posibles causas en el estudio. Puede ser necesario realizar inseminaciones, fecundación in vitro y en algunos casos la ovodonación o semen de donante.
La pareja que acude a nuestra consulta siempre quiere tener otro hijo. Así lo trasladamos y ayudaremos a que esto ocurra.