Acaba un año difícil para todos pero también un año que nos ha hecho mejorar como personas y profesionales. Un año en el que hemos consolidado el éxito de nuestra clínica, con una tasa de embarazo que supera el 70 por ciento en el primer ciclo. El trabajo en equipo es una de las razones que nos ha hecho llegar a estas cifras con la coordinación entre nuestro equipo de embriólogos y las ginecólogas.
En marzo nos vimos obligados a cerrar nuestra unidad de reproducción asistida a causa de la pandemia durante un mes, pero volvimos con fuerzas renovadas y todas las medidas de seguridad. Tras esta apertura comprobamos como aumentaron las primeras visitas en torno a un 40 por ciento. Nos hemos convertido en una referencia en el diagnóstico, con los estudios de la mujer y el varón, y en los casos de alta complejidad, que llegan de otros centros tras varios tratamientos sin éxitos o abortos de repetición.
Pero nuestro mayor éxito es seguir trabajando para conseguir el sueño de las parejas y mujeres solas que llegan a nuestra clínica y confían en nosotros. No hay nada más satisfactorio que el momento en el que llegan a presentarnos a los pequeños y nos contagian su felicidad. Esa es la razón que nos mueve a seguir mejorando día a día.