La transferencia embrionaria es uno de los momentos más importantes en un ciclo de reproducción asistida, aunque no es el más complejo. Consiste en el traslado del embrión que hemos decidido transferir desde el laboratorio hasta el útero de la mujer, mediante la canalización del cuello del útero, para poder pasar a través de él hasta llegar al endometrio. En la transferencia embrionaria interviene el ginecólogo, enfermera o auxiliar de enfermería y, al menos, dos embriólogos del laboratorio FIV (el responsable del manejo de los embriones y un testigo, por motivos de seguridad biológica).
La cánula que usamos se llama de transferencia y existen de muchos tipos. Cada ginecólogo que trabaja en reproducción utiliza el que mejores resultados le da o con el que se siente más cómodo. Por supuesto para realizar una correcta transferencia embrionaria es importante la habilidad y experiencia.
Después de la transferencia la paciente pasa a una zona de reposo durante unos 10 minutos para que pueda relajarse antes de irse a casa.
Una transferencia es fácil si la canalización del útero no tiene dificultad, dura segundos, no se producen manchados y la paciente no siente dolor.
En algunas ocasiones existe dificultad anatómica para acceder a la cavidad uterina, bien por estrechez en el cuello del útero o por excesiva angulación del canal cervical. Aquellas pacientes que han presentado cirugía previa (por ejemplo conizacion) pueden presentar adherencias uterinas y dificultad en la transferencia. Para evitarlo, se procura realizar todas las transferencias con la ayuda de ecografía, y en algunos casos, se recurre al empleo de catéteres especiales. Se trata de catéteres más rígidos que mejoran la posibilidad de un buen resultado. En muy pocas ocasiones no llegamos a transferir un embrión.
Antes de la transferencia embrionaria recomendamos:
- Muy importante. Si necesitas tomar cualquier medicación o sustancia (ibuprofeno, paracetamol, aspirina, etc.), aunque sea bajo prescripción médica, antes de la transferencia o cuando estás en fase de preparación endometrial, llama siempre antes al departamento de atención médica.
- Intentad estar positivos/as. No hay ningún estudio científico que demuestre que estar positivo mejora las tasas de éxito, pero la realidad es que cuando nos sentimos bien, nos reímos y disfrutamos, nuestro cuerpo se siente bien y lo refleja.
- Aliméntate bien, sano y equilibrado. No se trata de ponerse a hacer dietas, pero sí de evitar sustancias nocivas para el organismo (alcohol, tabaco, etc.) y alimentos que puedan provocar digestiones pesadas, diarreas, etc. Cuida también las cantidades.
- Relájate y disfruta. Al relajarte conseguirás disfrutar de este momento dulce y, además, evitaras que el cuello del útero y demás músculos estén tensos y contraídos.
- Acude con la vejiga llena o medio llena, depende de tus instrucciones. Tampoco te pases bebiendo líquido, piensa que es posible que tengas que esperar en la clínica un poco así que dosifica la cantidad de líquido que vas a beber antes de llegar a la clínica, durante el trayecto y en la sala de espera.