Todos los centros de reproducción asistida en España tienen la obligación de enviar las tasas de embarazo al registro nacional de la Sociedad Española de Fertilidad. Esta sociedad marca unos niveles mínimos y óptimos en los que deben moverse todas las Clínicas.
Estas tasas son un dato muy importante para los pacientes que buscan la mejor clínica a la que acudir para lograr el embarazo en el menor número de ciclos posibles.
Tasa de embarazo en nuestra clínica
La reproducción asistida está teniendo unos avances muy importantes en los últimos años, y estos nos ayudan a mejorar la tasa de embarazo en nuestro centro, que actualmente se sitúa en torno a un 70 por ciento en el primer ciclo.
- La tasa de éxito en reproducción asistida depende de muchos factores, pero uno de los más importantes es la edad de la mujer. El estilo de vida actual hace que exista un retraso en la edad de tener hijos y eso hace que estas tasas bajen. Dependiendo de la causa y de la técnica a realizar, así serán la tasa de embarazo.
- En nuestro centro en Toledo apostamos por un estudio completo del varón y la mujer, que es sinónimos de un buen diagnóstico y tratamiento.
Estudios para aumentar la tasa de embarazo.
En el caso de la mujer se realiza una analítica general, hormonal y antimulleriana. Las dos últimas dan una información de la reserva ovárica de la paciente y son muy útiles a la hora de elegir el tratamiento más adecuando. El cariotipo es otra de las analíticas que se realiza para observar la morfología de los cromosomas y descartar causas genéticas de esterilidad. Si es necesario, se realizan otras pruebas como histerosalpingografía, que consiste en el estudio de la permeabilidad de las trompas y está indicado en pacientes candidatas a realizar una inseminación artificial.
Con la histeroscopia podemos observar la cavidad endometrial y detectar pólipos, miomas o tabiques, entre otros.
En el caso del hombre el estudio básico consiste en un cariotipo para evaluar la carga genética y poder ver si los cromosomas cuentan con una distribución adecuada. También un seminograma + R.E.M con el que medimos la calidad del esperma que va ser necesario para la fecundación.
En algunas ocasiones (abortos, esterilidades prolongadas, fallos de implantación) es necesario ampliar este estudio con fragmentación ADN espermático, donde se observa si el material genético de los espermatozoides está intacto o está “roto”. Estas roturas pueden ser sencillas, o de doble cadena, en ambos casos, podemos mejorar la muestra utilizando técnicas accesorias en el laboratorio.
Por último el FISH de espermatozoides para observar si hay el número correcto de cromosomas y observar que su distribución sea la adecuada.