Perder un embarazo más de una vez es una de las experiencias más duras a nivel físico y emocional. Cuando los abortos se repiten, es lógico que aparezcan preguntas: “¿Habrá algo en mi sangre que esté causando coágulos?”, “¿Debería hacerme estudio de trombofilias?”.
En los últimos años, las trombofilias se han popularizado como posible causa de aborto de repetición, pero no siempre está indicado estudiarlas en todas las pacientes ni todos los hallazgos son clínicamente relevantes. Vamos a ordenar ideas.
¿Qué es el aborto recurrente?
Se habla de aborto recurrente (o aborto de repetición) cuando se producen dos o más pérdidas gestacionales, generalmente antes de la semana 20. No es “un embarazo que no cuaja”: es un problema que merece ser valorado en una unidad específica de aborto de repetición, con una visión global de la pareja.
En este estudio suelen revisarse:
- Anatomía del útero
- Alteraciones hormonales y tiroideas
- Factores genéticos (cromosomas de la pareja, cariotipo)
- Factores de coagulación y trombofilias, entre otros
- Calidad seminal y posibles factores que afectan a la fertilidad
¿Qué son las trombofilias?
Las trombofilias son alteraciones de la coagulación que aumentan la tendencia a formar coágulos de sangre. Pueden ser:
- Hereditarias: se nace con ellas
- Adquiridas: aparecen a lo largo de la vida, como ocurre en el síndrome antifosfolípido
No todas las trombofilias tienen la misma importancia ni todas se asocian con problemas obstétricos. Algunas incrementan el riesgo de trombosis venosa profunda (coágulos en las piernas o pulmones), otras pueden relacionarse con complicaciones del embarazo como:
- Abortos de repetición
- Pérdidas fetales tardías
- Preeclampsia grave
- Restricción del crecimiento intrauterino
Por eso, más que “buscar trombofilias a toda costa”, lo importante es valorar cada caso de forma individual dentro de un estudio de la mujer bien estructurado.
¿Qué relación hay entre trombofilias y aborto recurrente?
Durante el embarazo, la placenta necesita un flujo sanguíneo adecuado para nutrir al embrión y al feto. En algunas trombofilias, se cree que puede haber:
- Mayor tendencia a formar microcoágulos en los vasos placentarios
- Dificultad para que la placenta se desarrolle correctamente
- Problemas en el intercambio de oxígeno y nutrientes
La relación es más clara en algunas situaciones, como el síndrome antifosfolípido, donde existe suficiente evidencia de que puede causar abortos recurrentes y otras complicaciones obstétricas.
En otras trombofilias hereditarias (por ejemplo, ciertas mutaciones en factores de la coagulación), la relación con el aborto recurrente es mucho menos contundente y la utilidad de hacer un cribado generalizado es discutida. De ahí la importancia de que el estudio lo indique un equipo especializado, y no se pida “por si acaso” sin una buena indicación clínica.
¿Cuándo se plantea estudiar trombofilias en el aborto recurrente?
No todas las mujeres con una pérdida gestacional necesitan un estudio de trombofilias. En general, se valora su realización en escenarios como:
- Aborto de repetición sin una causa clara tras un estudio básico
- Pérdidas fetales en el segundo trimestre o tardías
- Antecedentes personales de:
- Trombosis venosa profunda
- Embolia pulmonar
- Trombosis en otras localizaciones sin causa aparente
- Antecedentes familiares de trombosis en edad joven o de trombofilia grave hereditaria
- Historia de:
- Preeclampsia grave precoz
- Muerte fetal intraútero
- Repetida restricción de crecimiento fetal sin otra explicación
En una unidad de aborto de repetición, la decisión de incluir el estudio de trombofilias se toma junto con otros datos: edad, historia obstétrica completa, resultados de pruebas iniciales en reproducción asistida, análisis hormonales, ecografías, etc.
¿Qué pruebas se incluyen en el estudio de trombofilias?
El panel concreto puede variar según el centro y la historia clínica, pero suele incluir:
Trombofilias adquiridas
- Estudio de síndrome antifosfolípido:
- Anticuerpos anticardiolipina
- Anticoagulante lúpico
- Anticuerpos anti-β2-glicoproteína I
Este síndrome tiene una relación bien documentada con aborto recurrente y complicaciones obstétricas.
Trombofilias hereditarias
En función del caso, pueden valorarse:
- Mutación del factor V Leiden
- Mutación G20210A de la protrombina
- Déficit de antitrombina
- Déficit de proteína C
- Déficit de proteína S
A veces, estos estudios se realizan en coordinación con el servicio de Hematología, especialmente si hay antecedentes personales o familiares de trombosis.
Estas pruebas se integran en el contexto del estudio de la mujer y, cuando es necesario, también del estudio del varón para tener una visión global de la pareja.
¿Qué pasa si se confirma una trombofilia?
El hecho de tener una trombofilia no significa que no se pueda lograr un embarazo evolutivo y saludable, pero sí implica que el embarazo debe planificarse y seguirse con más detalle.
Según el tipo de trombofilia y la historia obstétrica, el especialista puede plantear:
- Controles más estrechos desde el inicio del embarazo
- Valorar tratamiento con heparina de bajo peso molecular y/o otros fármacos, en coordinación con Hematología y Reproducción
- Planificar el embarazo dentro de un entorno controlado de fecundación in vitro (FIV/ICSI) cuando se combinan otros factores (edad, baja reserva, etc.)
En algunos casos de abortos de repetición donde coexisten trombofilias y alteraciones cromosómicas embrionarias, también se puede valorar el diagnóstico genético preimplantacional para seleccionar embriones cromosómicamente normales antes de la transferencia.
¿Y si el estudio de trombofilias es normal?
Es bastante frecuente que, incluso tras un estudio completo, no se identifique una trombofilia. Esto no significa que “no haya motivo”, sino que:
- Muchas pérdidas gestacionales se deben a alteraciones cromosómicas del embrión, especialmente a partir de cierta edad.
- Pueden existir otros factores uterinos, inmunológicos, endocrinos o genéticos que requieren una evaluación específica.
- A veces, la suma de pequeños factores (edad, reserva ovárica, calidad seminal, etc.) puede contribuir al problema.
En esta situación, es clave revisar:
- Situación de la reserva ovárica, calidad ovocitaria y opciones como la fecundación in vitro (FIV/ICSI)
- Evaluación del factor masculino y del factor masculino cuando está indicado
- Opciones como el diagnóstico genético preimplantacional en determinados contextos
- Revisión de otros factores que afectan a la fertilidad que ya estén identificados en la pareja
¿Tiene sentido hacerme “por mi cuenta” un estudio de trombofilias?
Es comprensible querer respuestas rápidas y buscar pruebas por iniciativa propia, pero en el contexto de aborto recurrente esto puede generar:
- Resultados que no se interpretan correctamente
- Hallazgos de significado incierto que aumentan la ansiedad
- Tratamientos innecesarios o mal indicados
Por eso, lo más recomendable es que el estudio de trombofilias forme parte de una valoración integral del aborto de repetición, dentro de una unidad especializada.
Si en tu caso hay dudas sobre si tiene sentido o no realizar estas pruebas, lo ideal es comentarlo en la primera visita o en una consulta específica para revisar tu historia obstétrica completa.
¿Cuándo pedir ayuda en una unidad de reproducción asistida?
Deberías plantearte una valoración especializada si:
- Has tenido dos o más abortos
- Has sufrido una pérdida gestacional tardía o un bebé con crecimiento muy restringido sin causa clara
- Tienes antecedentes personales o familiares de trombosis
- Te han hablado de trombofilias, pero nadie te ha explicado si realmente debes estudiarlas
- Sientes que necesitas un plan claro para el próximo embarazo
En nuestra unidad de reproducción asistida en Toledo, el aborto recurrente se aborda de forma integral: combinando el estudio de trombofilias con el resto de pruebas necesarias, y diseñando un plan personalizado para tu caso.
Si estás en esta situación, puedes dar el siguiente paso solicitando una primera visita o contactando con el centro a través de la página de contacto.

