En una era donde la salud reproductiva se ha convertido en una prioridad para muchas personas en edad fértil, la conexión entre la nutrición y la fertilidad emerge como un tema de gran importancia. Recientes investigaciones han arrojado luz sobre cómo una alimentación adecuada puede mejorar significativamente las posibilidades de concepción, tanto para hombres como para mujeres.
La evidencia científica sugiere que ciertos nutrientes y patrones dietéticos pueden influir positivamente en la fertilidad. Por ejemplo, las grasas insaturadas, los granos enteros, las proteínas vegetales y los lácteos enteros han demostrado tener efectos beneficiosos. Además, vitaminas y minerales como el ácido fólico, el zinc, el selenio y las vitaminas E y D juegan roles cruciales en la mejora de la salud reproductiva.
Por otro lado, algunos hábitos alimenticios pueden tener efectos negativos en la fertilidad. El consumo excesivo de alcohol, cafeína, azúcares refinados y carnes procesadas se ha asociado con una disminución en la capacidad reproductiva. Por lo tanto, la Doctora Marta Sánchez-Dehesa recomienda moderar el consumo de estos productos para aquellos que buscan concebir.
Para abordar estos hallazgos, La Doctora ha comenzado a incorporar programas de asesoramiento nutricional como parte de sus servicios de reproducción asistida. Estos programas están diseñados para ayudar a los individuos y parejas a adoptar dietas que no solo mejoren sus posibilidades de concepción, sino que también contribuyan a un embarazo saludable y al bienestar del futuro bebé.
«Una dieta equilibrada y rica en nutrientes específicos puede tener un impacto profundo en la fertilidad,» afirma la Dra. Sánchez-Dehesa, especialista en fertilidad. «Al prestar atención a nuestra alimentación, no solo estamos aumentando nuestras posibilidades de concebir, sino que también estamos estableciendo las bases para la salud a largo plazo de nuestra descendencia.»
El mensaje es claro: la alimentación juega un papel fundamental en la fertilidad. Adoptar una dieta saludable y equilibrada puede ser un paso crucial para aquellos que desean aumentar sus posibilidades de concebir. A medida que la ciencia continúa explorando esta conexión, la esperanza es que más personas se beneficien de estos conocimientos, acercándose a su sueño de formar una familia.