Si estás buscando quedarte embarazada y te han recomendado perder peso antes de comenzar un tratamiento de reproducción asistida, no estás sola. Muchas mujeres llegan a consulta con el mismo objetivo. Como nutricionista, quiero explicarte por qué es importante este paso y, sobre todo, cómo hacerlo de manera respetuosa con tu cuerpo y tu salud.
¿Por qué es importante mejorar la composición corporal previa a un tratamiento de reproducción?
Un alto porcentaje de grasa, especialmente cuando se concentra en la zona abdominal, puede influir en varios aspectos relacionados con la fertilidad:
- Desequilibrios hormonales: el exceso de tejido adiposo puede alterar el equilibrio hormonal, afectar la ovulación e interferir con el ciclo menstrual.
- Calidad ovocitaria: Diversos estudios señalan que el entorno metabólico influye en la calidad de los óvulos, y por tanto, en las tasas de éxito de los tratamientos.
- Riesgo en el embarazo: Empezar un embarazo con un exceso de peso puede aumentar el riesgo de complicaciones como diabetes gestacional y preeclampsia (*preeclampsia: complicación en el embarazo que implica hipertensión y proteínas en la orina, puede tener efectos negativos sobre la madre y el bebé).
Por eso, desde el equipo de reproducción queremos que la paciente llegue al tratamiento con una composición corporal saludable para mejorar las probabilidades de éxito.
Pero… no vale cualquier dieta
Uno de los errores que puede cometerse es lanzarse a una dieta muy restrictiva con el único objetivo de perder peso rápidamente. Esto puede ser contraproducente, ya que:
- También podría verse afectado el equilibro hormonal.
- Aumenta el estrés fisiológico y emocional.
- Puede producirse una disminución de la masa muscular, un tejido clave para mantener un metabolismo activo y saludable. Por eso, desde nuestro equipo, uno de los objetivos principales es trabajar en la mejora de la composición corporal. En consulta de nutrición, explicamos a los pacientes la importancia de combinar ejercicio de fuerza y actividad aeróbica, así como de mantener una rutina diaria activa. Además, les ayudamos a establecer objetivos realistas y sostenibles para incorporar estos hábitos en su día a día.
- • Este tipo de enfoques no suelen ser sostenibles en el tiempo, y es algo que recalcamos constantemente en consulta. No buscamos soluciones rápidas ni restrictivas, sino establecer hábitos duraderos que puedas mantener tanto durante el embarazo como en el postparto. El objetivo no es solo alcanzar un peso saludable, sino aprender a comer de forma equilibrada, consciente y placentera. Construir una buena relación con la comida es fundamental para tu bienestar físico y emocional, y también para crear un entorno alimentario positivo de cara al futuro bebé.
La pérdida de peso efectiva de cara a un tratamiento de fertilidad debe hacerse con un enfoque integral, basado en una alimentación nutritiva, y personalizada, que tenga en cuenta tu historia clínica, tus hábitos y tus emociones.
Desde la nutrición te acompañaremos con herramientas prácticas como una buena planificación de comidas, recetas adaptadas a tu ritmo de vida, y, sobre todo, un enfoque amable con tu cuerpo.
Más allá del peso
Recuerda que perder peso no lo es todo. El objetivo real es optimizar tu composición corporal, mejorar tu energía y preparar tu cuerpo para recibir un embarazo en las mejores condiciones.
Si estás en este proceso…
No estás sola. Habla con tu equipo médico, y si te han recomendado perder peso antes de comenzar el tratamiento, busca el acompañamiento de una profesional de la nutrición con experiencia en fertilidad.
Juntas podemos diseñar una pauta personalizada que no solo te ayude a alcanzar tu objetivo de peso, sino que te empodere y te dé tranquilidad en una etapa que ya de por sí puede estar llena de emociones.
Recuerda: cuidarte también es parte del camino hacia la maternidad.
Natalia de la Rosa, nutricionista del equipo de la Dra. Sánchez-Dehesa