En los últimos años el estudio del varón, en una pareja que llega a un centro de Reproducción, ha tomado mayor importancia. Como el 50% de dicha pareja, creemos que es vital un estudio y un diagnóstico eficaz.
En ocasiones, dicho diagnóstico, no es suficiente realizando el seminograma y se requieren técnicas especiales, tales como el FISH o la FRAGMENTACIÓN.
Como todas nuestras células, los espermatozoides tiene ADN en su núcleo. Este material genético es el que lleva la información que el padre va a traspasar a su descendencia.
El ADN consta de dos cadenas complementarias, enrolladas una sobre la otra, formando un «ovillo» compacto. Para que sea funcional y la información que contiene pueda ser leída, es necesario que esa estructura se mantenga estable. Con el test de Fragmentación estudiamos dicha integridad.
Cuando tenemos rotura en una de las cadenas, denominamos la fragmentación de cadena SENCILLA y cuando los cortes son en ambas cadenas, de cadena DOBLE.
Se ha visto que aquellos varones con una fragmentación de cadena sencilla, tienen más dificultad a la hora de conseguir un embarazo, la pareja puede tener abortos o fallos de implantación. Aunque es cierto, que el óvulo tiene mecanismo de reparación de dichas roturas (siempre y cuando el porcentaje, no sea excesivo). Se ha visto el los daños de cadena sencilla, están ligados al estrés oxidativo, por lo que un suplemento antioxidante o los cambios de vida/hábitos alimenticios, pueden ayudar a reducir esta fragmentación.
Por otro lado, las roturas de cadena doble, son más complejas y su origen, es meiótico (de formación), el ovocito no es capaz de repararlas y las consecuencias reproductivas son más graves. Se asocia a fallos en tratamientos de Reproducción, cinéticas retrasadas en el desarrollo embrionario, abortos y esterilidades muy prolongadas en el tiempo.
Se puede contribuir a la reducción de espermatozoides dañados, suplementando la alimentación con Cúrcuma y Chía, que activan las rutas celulares de destrucción de espermatozoides dañados.
Para ambas alteraciones, en el laboratorio de Reproducción, se dispone de técnicas accesorias, que nos permiten eliminar un porcentaje de espermatozoides dañados, para posteriormente emplear los «seleccionados» en la fecundación de los óvulos. Mejorando así el pronóstico de nuestras pacientes.